Los problemas de espacio en el instituto de Muskiz van a
más. La falta de un edificio propio obliga a los estudiantes del centro
a compartir instalaciones con el colegio Cantarrana de Primaria y,
según denunciaron ayer los concejales de Biltzen en la localidad minera,
esta situación ha provocado que se tengan que dividir clases y
organizar varios turnos no sólo para utilizar los patios, sino también
para comer. Se trata de una situación que va en perjuicio de los
estudiantes de más edad. «Actualmente, tienen que hacer tres tandas para
utilizar el comedor, así que los mayores acaban comiendo de tres a
cuatro de la tarde», explicó una de las portavoces de la izquierda
abertzale, Ruth Martínez Iza.
Como la ley obliga a los estudiantes de instituto a
repartir sus clases durante el día, cuando a los alumnos de los últimos
cursos les toca clase por la tarde únicamente tienen una hora lectiva
después de la comida (de 16.00 a 17.00 horas). «Ya se han mantenido
varias reuniones con los responsables de Educación del Gobierno vasco
para que les permitan hacer una jornada continua por la mañana»,
afirmaron desde Biltzen, aunque todavía no ha habido una respuesta
firme. Por su parte, los padres votaron a favor de esta alternativa.
En el Ayuntamiento de Muskiz ya saben que la situación
pasa por edificar un nuevo instituto, aunque para que la consejería de
Educación pueda levantarlo primero el Consistorio debe reservar para
este fin un solar de más de 4.000 metros cuadrados. Hasta la fecha la
institución local ha conseguido arañar 1.800: 1.400 metros cuadrados de
titularidad pública y 414 de terrenos privados que el Consistorio
adquirió este año por 90.000 euros. El alcalde, Borja Liaño, recordó en
julio que lo primero será tener aprobado el Plan General (PGOU), y que
este trámite «puede dilatarse en el tiempo».
Esta situación es precisamente la que preocupa a los
miembros de Biltzen, quienes ayer advirtieron que la difícil situación
de este año se puede volver insostenible en los próximos cursos. «La
falta de espacio va a más», recordaron, debido a las nuevas líneas que
traen los cursos más bajos y que exigen un mayor número de aulas. «Han
pasado 17 años desde el nacimiento del instituto y las instalaciones son
las mismas, pero el aumento progresivo de la matriculación en estos
años ha hecho que los problemas de espacio sean cada vez más
acuciantes», evidenciaron.
Solución «urgente»
Los concejales abertzales reclamaron una solución
«urgente», y tildaron de «despropósito» la falta de plazos para llevar a
cabo la ampliación del centro por parte de las instituciones. «Es
posible hacer modificaciones puntuales para dotarnos de terreno de uso
escolar y así no tener que esperar a la aprobación definitiva del PGOU»,
advirtieron.
El compromiso del Gobierno vasco para levantar un nuevo
edificio tiene ya seis años, pero sin un suelo sobre el que acometer la
construcción no pueden dar un paso. De momento, el Ejecutivo ni siquiera
ha reservado la partida presupuestaria necesaria, ya que sin los
terrenos tampoco existe un proyecto técnico para el instituto.